Buscaba un héroe, un papel protagonico en mi historia. Alguien con el que pudiera reir, buscaba mas que un compañero un amigo. Pero nadie daba con el papel, probaba y probaba y cuando creía haber encontrado al indicado me demostraba que era uno mas del monton. Y asi resignada a no encontrar a alguien que de con el maldito papel, de un dia para el otro te cruze a vos. Con tus tontos juegos de palabras me intentaste demostrar que eras perfecto para ese papel. Y asi lo era, sabias usar las palabras indicadas y con tu estúpida simpatía lograste convencerme.
Los primeros meses desempeñabas a la perfeccion tu personaje y yo estaba encantada . Me juraste que no me harias daño y que no serias una desilusión mas. Todo parecía un cuento de hadas, era perfecto, eras perfecto. Pero tenia tanto miedo que eso pase, que me case una coraza y me prohibi sentir. La mitad de la relación me la pase quejando por tu poco compromiso, tu poca atención hacia mi. Quería que me bajes la luna a los pies para que demuestres tu amor hacia mi.
Y a medida que pasaba el tiempo me fui dando cuenta de lo que realmente eras. Ya no eras el hombre sensible que estaba ahí siempre. Mas bien eras un total desencuentro, no te veía nunca y jamás estabas para mi. Y lo que tanto temia finalmetne se cumplió: no eras mas que uno del monton cumpliendo un estúpido papel. Me había enamorado de un actor que lo único que hacia era fingir y fingir. Yo crei estar haciendo un papel, hasta que me di cuenta que había llegado demasiado lejos, me había enamorado, y vos eras tan bueno desempeñando el papel que por un momento me lo crei, crei que vos también estabas enamorado de mi. Porque eso fue lo que me hiciste creer. Te intentaste creer tu propia mentira, pero cuando llego demasiado lejos te asustaste y decidiste marcharte como un cobarde. No pudiste darme explicaciones porque ni vos mismo sabias que era lo que realmente sentías. Fingías tanto todo el tiempo que ni siqueira sabias quien eras y en donde era que estabas parado.
Y el tiempo pasaba y en mi mente todavía seguía esa imagen, como si alguien le estuviera poniendo play todo el tiempo. En esta película no existía ninguna línea del tiempo, el pasado era presente, el presente futuro y el futuro no existía. Tu imagen era mi cruel castigo. Mi mente no reproducía otra cosa que no seas vos. Y mientras mas quería olvidarte mas te recordaba y nuevamente mi mente ponía play a esa película, esa película imborrable, indestructible, en donde vos eras el protagonista. Por mas que probava con todas las técnicas jamás había podido cambiar la cinta. Era como si había algo atascado en la video que impedía sacarlo. Y esa piedra era vos. Eras vos el que por alguna maldita razón no me dejaba pasar la pagina. Al principio lo entendí, quizás había sido demasiado reciente todo, quizás todavía teníamos cosas que hablar, que aclarar. Pero ahora simplemente no logro entender , quizás sea yo la que no me permita iniciar una nueva película y cambiar esta, quizás me da terror a que esto solo sea una anécdota mas, quizás todavía no este del todo lista para olvidarte.
Buscaba desesperadamente la tecla de “Stop” para terminar con todo esto, buscaba el maldito punto final para esta historia. Pero en vez de eso ahora me encontraba atrapada en la historia, no lograba conseguir salir y mientras mas me aferraba a encontrarle un final a esta historia mas conflictos se sumaban y mas difícil se me hacia olvidarte.
viernes, 16 de diciembre de 2011
miércoles, 14 de diciembre de 2011
Game Over
Todo comenzó con un simple juego. Yo jugaba adentro de la cancha, vos eras el espectador. Venia ganando por afano, mi contrincante era demasiado débil, y tenia una fuerte atracción por mi lo que hacia todavía mucho mas facil el juego. Aunque ya estaba un poco aburrida de mas de lo mismo. Queremos lo facil pero con el tiempo lo facil se termina volviendo aburrido, por eso es que buscamos los retos, eso es lo que dicen. Y ahí fue cuando te vi, cuando mis ojos se posaron en los tuyos vi algo, juro que vi algo en vos que antes no lo había visto, fue como esa química o atracción a primera vista. Y ahí estabas vos tan prohibido para mi y yo para vos. Estábamos tan lejos; vos en la tribuna, yo jugando de local, había algo que nos unia pero que también nos separaba, y creo que eso marco nuestra relación: íbamos a tiempo y a destiempo a la vez, nos queríamos y a su vez nos odiábamos, nos veíamos y a su vez no, nos necesitábamos y no nos necesitábamos. . Una contradicción permanente, blanco y negro, nada de grises, los términos medios aca no entraban en juego.
Como por arte de magia en cuestión de segundos mi contrincante había desaparecido y había sido remplazado. Ahí entraste vos por primera vez a la cancha. Desde el principio supe que esto no seria para nada facil, que me costaría, pero también sabia que en el fondo me gustaria. El referi toco el silbato y pronto comenzó el partido. Las primeras jugadas las hiciste vos como todo caballero, después yo me calze los pantalones y empeze a jugar encerio. Con cada jugada, me acercaba mas y mas a vos. Empezaba a conocer tus puntos débiles, tus fortalezas. Hasta incluso te comenze a odiar, comenze a odiar tu forma de jugar, tus tontas maniobras para debilitarme y tenerme ahí. Te despreciaba, me dabas asco. Pero no hay peor ciego que el que no quiere ver. Y mientras mas te odiaba, mas te quería.
Jugábamos a ver quien amaba mas, el que mas amor demostraba salía victorioso. Y asi hacíamos grandes demostraciones de amor sin importar verdaderamente el fin . Nos sumergimos en el envenenado camino del “Te amo” y esto fluia naturalmente de nuestras bocas, lo hacíamos con tanta naturalidad que poco a poco olvidamos el real significado de la palabra y comenzamos a implementarlo en todas las oraciones. Hola como andas? Bien, te amo. Yo también te amo. Nada de todo esto tenia sentido alguno, pero asi íbamos jugando a quien era mejor novio. Fueron muchas las veces en que el partido estuvo de mi lado, aunque también del tuyo. Fueron muchas las peleas en que me lleve la victoria y también fueron muchas otras en las que la derrota toco mi puerta, pero ahí seguia yo sin darme por vencida.
Y cuando por fin termino la bendita pelea, te diste cuenta de eso, de uqe todo había sido un juego para vos, nada mas ni nada menos que eso. Y cuando vos dijiste game over, para mi recién empezaba esta historia. Mientras vos te ibas victorioso, yo seguía aturdida. Terminamos, ganaste y te fuiste. Se fueron tus ganas de mi y tus sentimientos con tu triunfal victoria. Y yo ahí seguía parada sin emitir algún tipo de sonido. Pero lo que mas me dolio no fue que te hallas marchado sino que para vos todo este tiempo esto no halla sido mas que un simple juego que termino su ciclo. Jugaste, jugaste conmigo ,me usaste, ganaste y te fuiste. De repente todas las palabras que antes parecía repetir sin sentido, ahora finalmente lo tenían. Y cuando el referi toco el silbato y anuncio el final del partido, cuando todos los espectadores se estaban llendo y pronto quede sola parada en la mitad de la cancha, lo pude comprender. Me había enamorado de vos.
Como por arte de magia en cuestión de segundos mi contrincante había desaparecido y había sido remplazado. Ahí entraste vos por primera vez a la cancha. Desde el principio supe que esto no seria para nada facil, que me costaría, pero también sabia que en el fondo me gustaria. El referi toco el silbato y pronto comenzó el partido. Las primeras jugadas las hiciste vos como todo caballero, después yo me calze los pantalones y empeze a jugar encerio. Con cada jugada, me acercaba mas y mas a vos. Empezaba a conocer tus puntos débiles, tus fortalezas. Hasta incluso te comenze a odiar, comenze a odiar tu forma de jugar, tus tontas maniobras para debilitarme y tenerme ahí. Te despreciaba, me dabas asco. Pero no hay peor ciego que el que no quiere ver. Y mientras mas te odiaba, mas te quería.
Jugábamos a ver quien amaba mas, el que mas amor demostraba salía victorioso. Y asi hacíamos grandes demostraciones de amor sin importar verdaderamente el fin . Nos sumergimos en el envenenado camino del “Te amo” y esto fluia naturalmente de nuestras bocas, lo hacíamos con tanta naturalidad que poco a poco olvidamos el real significado de la palabra y comenzamos a implementarlo en todas las oraciones. Hola como andas? Bien, te amo. Yo también te amo. Nada de todo esto tenia sentido alguno, pero asi íbamos jugando a quien era mejor novio. Fueron muchas las veces en que el partido estuvo de mi lado, aunque también del tuyo. Fueron muchas las peleas en que me lleve la victoria y también fueron muchas otras en las que la derrota toco mi puerta, pero ahí seguia yo sin darme por vencida.
Y cuando por fin termino la bendita pelea, te diste cuenta de eso, de uqe todo había sido un juego para vos, nada mas ni nada menos que eso. Y cuando vos dijiste game over, para mi recién empezaba esta historia. Mientras vos te ibas victorioso, yo seguía aturdida. Terminamos, ganaste y te fuiste. Se fueron tus ganas de mi y tus sentimientos con tu triunfal victoria. Y yo ahí seguía parada sin emitir algún tipo de sonido. Pero lo que mas me dolio no fue que te hallas marchado sino que para vos todo este tiempo esto no halla sido mas que un simple juego que termino su ciclo. Jugaste, jugaste conmigo ,me usaste, ganaste y te fuiste. De repente todas las palabras que antes parecía repetir sin sentido, ahora finalmente lo tenían. Y cuando el referi toco el silbato y anuncio el final del partido, cuando todos los espectadores se estaban llendo y pronto quede sola parada en la mitad de la cancha, lo pude comprender. Me había enamorado de vos.
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