Todo comenzó con un simple juego. Yo jugaba adentro de la cancha, vos eras el espectador. Venia ganando por afano, mi contrincante era demasiado débil, y tenia una fuerte atracción por mi lo que hacia todavía mucho mas facil el juego. Aunque ya estaba un poco aburrida de mas de lo mismo. Queremos lo facil pero con el tiempo lo facil se termina volviendo aburrido, por eso es que buscamos los retos, eso es lo que dicen. Y ahí fue cuando te vi, cuando mis ojos se posaron en los tuyos vi algo, juro que vi algo en vos que antes no lo había visto, fue como esa química o atracción a primera vista. Y ahí estabas vos tan prohibido para mi y yo para vos. Estábamos tan lejos; vos en la tribuna, yo jugando de local, había algo que nos unia pero que también nos separaba, y creo que eso marco nuestra relación: íbamos a tiempo y a destiempo a la vez, nos queríamos y a su vez nos odiábamos, nos veíamos y a su vez no, nos necesitábamos y no nos necesitábamos. . Una contradicción permanente, blanco y negro, nada de grises, los términos medios aca no entraban en juego.
Como por arte de magia en cuestión de segundos mi contrincante había desaparecido y había sido remplazado. Ahí entraste vos por primera vez a la cancha. Desde el principio supe que esto no seria para nada facil, que me costaría, pero también sabia que en el fondo me gustaria. El referi toco el silbato y pronto comenzó el partido. Las primeras jugadas las hiciste vos como todo caballero, después yo me calze los pantalones y empeze a jugar encerio. Con cada jugada, me acercaba mas y mas a vos. Empezaba a conocer tus puntos débiles, tus fortalezas. Hasta incluso te comenze a odiar, comenze a odiar tu forma de jugar, tus tontas maniobras para debilitarme y tenerme ahí. Te despreciaba, me dabas asco. Pero no hay peor ciego que el que no quiere ver. Y mientras mas te odiaba, mas te quería.
Jugábamos a ver quien amaba mas, el que mas amor demostraba salía victorioso. Y asi hacíamos grandes demostraciones de amor sin importar verdaderamente el fin . Nos sumergimos en el envenenado camino del “Te amo” y esto fluia naturalmente de nuestras bocas, lo hacíamos con tanta naturalidad que poco a poco olvidamos el real significado de la palabra y comenzamos a implementarlo en todas las oraciones. Hola como andas? Bien, te amo. Yo también te amo. Nada de todo esto tenia sentido alguno, pero asi íbamos jugando a quien era mejor novio. Fueron muchas las veces en que el partido estuvo de mi lado, aunque también del tuyo. Fueron muchas las peleas en que me lleve la victoria y también fueron muchas otras en las que la derrota toco mi puerta, pero ahí seguia yo sin darme por vencida.
Y cuando por fin termino la bendita pelea, te diste cuenta de eso, de uqe todo había sido un juego para vos, nada mas ni nada menos que eso. Y cuando vos dijiste game over, para mi recién empezaba esta historia. Mientras vos te ibas victorioso, yo seguía aturdida. Terminamos, ganaste y te fuiste. Se fueron tus ganas de mi y tus sentimientos con tu triunfal victoria. Y yo ahí seguía parada sin emitir algún tipo de sonido. Pero lo que mas me dolio no fue que te hallas marchado sino que para vos todo este tiempo esto no halla sido mas que un simple juego que termino su ciclo. Jugaste, jugaste conmigo ,me usaste, ganaste y te fuiste. De repente todas las palabras que antes parecía repetir sin sentido, ahora finalmente lo tenían. Y cuando el referi toco el silbato y anuncio el final del partido, cuando todos los espectadores se estaban llendo y pronto quede sola parada en la mitad de la cancha, lo pude comprender. Me había enamorado de vos.
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