lunes, 17 de mayo de 2010


Cada película que vemos, cada historia nos impula a esperar eso. El cambio en el tercer acto, la inesperada declaración de amor, la excepción a la regla.
Pero a veces estamos tan concentradas en encontrar nuestro final feliz que no vemos las señales. Cómo desifrar entre los que nos quiere y los que no, los que se van a quedar y los que se van a ir.
Quizás el final feliz no influye a un hombre. Quizas... sos vos, vos misma, recolectando las piezas y empezando una y otra vez, para tener algo mejor en el futuro. Quizás el final feliz sea simplemente...seguir adelante. O quizás el final feliz es saber que después de todas las llamadas no contestadas, los corazones rotos, los errores y de las señales malinterpretadas, apesar de toda la verguenza y el dolor, una perdiste la esperanza.

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