lunes, 16 de agosto de 2010
Yo creo que el amor, como el deseo, no se puede distinguir de la obsesión, son casi lo mismo. Conozco parejas de novios que juran estar muy bien, pero que cuando rompen siguen sus vidas. ¿Cómo? ¿no se amaban tanto? ¿Cómo pueden seguir viviendo si se amaban tanto? Entonces no se amaban. Decían que se amaban. Mentían, exageraban porque se lleva, queda bien decir que uno ama a alguien, pero no amaban una mierda. Siguen sus vidas como su hubieran dejado una banda, o un grupo de estudio de la facultad, no como si hubieran dejado al amor de sus vidas. Y esto me da una pauta: hay distintos grados de amor. Yo amo en el grado primero, en el más grave, aquel del que no se vuelve. Uno no puede enamorarse y romper y seguir con su vida. Por lo menos yo no puedo. Si, puede que sea obsesiva, si, puede que hasta me traten de enferma, pero no otro no es verdadero amor. No me jodan.
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